viernes, 31 de octubre de 2008

definicion:


Entendemos por diálogo el discurso compartido de dos o más hablantes.
Existen dos tipos: el diálogo oral (lenguaje vivo) y el diálogo escrito (lenguaje referido). El primero, el propio de la comunicación directa entre un yo y un tú, lo hemos estudiado ya al hablar, por ejemplo, de la conversación. Por su parte, el diálogo escrito trata de reproducir con limitaciones un diálogo oral, pues pierde la presencia física de los interlocutores, las inflexiones de su voz, la entonación, los gestos, las miradas, los diversos movimientos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Formas de representación del diálogo.


El estilo directo reproduce exactamente las palabras que otra persona pronunció en algún momento. Puede hacerlo de los dos modos que comentamos seguidamente.
a) Recoge las palabras dichas, introducidas por un verbo dicendi (hablar, decir, pronunciar, preguntar, corregir, responder, contestar, alegar...), con mayúscula inicial, después de dos puntos y entrecomilladas:

“Por encima de todo, Andrés, el zapatero, era un filósofo. Si le decían: «Andrés, pero no tienes bastante con diez hijos que aún buscas la compañía de los pájaros», respondía: «Los pájaros no me dejan oír a los chicos».”

b) Reproduce las palabras pronunciadas, en renglón aparte, sin comillas, entre rayas de diálogo, que señalan con su aparición a la izquierda del renglón la intervención de cada interlocutor:

“Quino, el Manco, decía en ese momento a la Mariuca:
—Esa Josefa es una burra.
—Era...—corrigió el juez.
Por eso supieron la Mariuca y Quino, el Manco, que la Josefa se había matado.”
El historiador, biógrafo, periodista o narrador no siempre reproducen el diálogo “en directo”, fotográfica y magnetofónicamente, sino que pueden referirse a él al tiempo que dan noticia de las circunstancias de la situación, la acción y los personajes. De esta manera se reconstruye la escena


“para los ojos” del lector:
“—No es por eso—atajó, con aire de suficiencia absoluta—. Yo sé por lo que es. Las señoritillas se dan cremas y pontigues por las noches, que borran las arrugas.
Le miraron los otros dos embobados.
—Y aún sé más.—Se suavizó la voz y Roque y Daniel se aproximaron a él invitados por su misterioso aire de confidencia—. ¿Sabéis por qué a la Mica no se le arruga el pellejo y lo conserva suave y fresco como si fuera una niña?— dijo.”
Las marcas lingüísticas del estilo directo son fundamentalmente las propias del lenguaje oral:
-formas verbales del presente, pretérito perfecto compuesto y futuro (se dan, borran, sabéis, no tienes bastante, buscas, no (me) dejan, es);
-deícticos personales y de situación ( no me dejan, Esa por Josefa);
-estructuras exclamativas e interrogativas, propias del lenguaje conversacional (¿Sabéis...una niña?, ¿pero no tienes...pájaros?);
-funciones propias de la comunicación entre el hablante y el oyente, como el vocativo y la interjección (Andrés...).
Se considera estilo indirecto a la inclusión de una forma de diálogo –o voz de una persona o personaje- en el discurso del narrador, introducida generalmente por las conjunciones que o si o proposiciones interrogativas indirectas:
“Los antiguos amigos de Gerardo le preguntaron cómo se había casado con una mujer rubia y que casi no sabía hablar, siendo él un hombre de importancia y posición como, a no dudar, lo era. El Indiano sonrió sin aspavientos y les dijo que las mujeres rubias se cotizaban mucho en América y que su mujer sí que sabía hablar, lo que ocurría era que hablaba en inglés porque era yanqui.”

En el estilo indirecto libre el narrador toma la palabra desde fuera, acercándose al personaje que está pensando, o hablando consigo mismo, y, pendiente de un “pensó que” (elíptico), desarrolla el pensamiento de ese personaje, “narrativizándolo”, es decir, insertándolo en las formas verbales del discurso narrativo (especialmente, el pretérito imperfecto de indicativo, durativo-descriptivo, tan corriente en la narración); de modo que caracteriza al personaje

“desde el interior” del personaje mismo:
“A los pies de la cama tenía su traje nuevo, recién planchado, y una camisa blanca, escrupulosamente lavada, que todavía olía a añil y a jabón. No. [Pensó que] La vida no era triste. Ahora, acodado en la ventana, podía comprobarlo. No era triste, aunque media hora después tuviera que cantar “Pastora Divina” desde el coro de las “voces puras”. No lo era, por más que a la salida las “voces impuras” les llamasen niñas y maricas.”

miércoles, 22 de octubre de 2008

niveles del discurso dialogico


Nivel estructural: la toma de turnos

La toma de turnos permite la ordenación y distribución de los participantes de la comunicación. En términos simples, este procedimiento posibilita que los sujetos de un discurso dialógico participen como hablantes y como oyentes. De este modo, cuando un interlocutor está hablando ha tomado el turno y cuando está escuchando lo ha cedido.


Nivel de contenido: el manejo del tópico

El manejo del tópico o tema involucra una serie de habilidades específicas que permiten a los hablantes introducir un tema, desarrollarlo, modificarlo y concluirlo. Es importante destacar que en un discurso dialógico pueden exponerse varios tópicos distintos.

La toma de turnos permite que los participantes sean hablantes y oyentes. Por ejemplo, cuando estás conversando con un amigo y tú eres el que habla, significa que tienes el turno y tu amigo lo ha cedido. En cambio, cuando tu amigo habla, él tiene el turno y tú has cedido el turno de habla para escucharlo a él.

Por su parte, el manejo del tópico posibilita que se desarrollen los diferentes contenidos del discurso. Se entiende por manejo del tópico la capacidad que tienen los interlocutores en un discurso dialógico de introducir un tema, desarrollarlo y finalizarlo. Para que te quede más claro, te proponemos imaginar lo siguiente: estás conversando con tu mamá y quieres contarle que estás pololeando. Para poder hacerlo tienes que introducir el tópico o tema; por ejemplo, podrías decirle "¿te acuerdas de ese(a) amigo(a) del que te hablé hace unos días?" Si la respuesta es afirmativa, estás en condiciones de desarrollar el tópico. Podrías contarle sobre sus gustos, su familia, sus estudios, etc. Por su parte, tu mamá te puede hacer preguntas sobre él (ella), que también te permiten seguir desarrollando el tópico de tu nuevo pololo(a). Cuando tu mamá deja de hacerte preguntas y tú sientes que ya le has informado sobre tu pololo(a), puedes finalizar el tópico.

Lo anterior te permite corroborar la idea de que los discursos dialógicos son colaborativos, porque tanto tu mamá como tú interactuaron construyendo conjuntamente el discurso.

Finalmente, es importante que sepas que la conversación, la entrevista y la discusión son considerados discursos dialógicos, porque todos presentan una estructura formal (toma de turnos) y una organización del contenido (manejo del tópico) correspondiente.

definicion del discurso dialigico

Tipos de discurso dialógico La conversación, la entrevista y la discusión son discursos dialógicos y por ello comparten las características antes mencionadas.

Conversación: La conversación es una forma de interacción lingüística caracterizada por ser un tipo de discurso dialógico espontáneo, puesto que tanto la toma de turnos como el manejo del tópico se desarrollan libremente, es decir, los participantes (al menos dos) hacen uso de la palabra alternadamente. Así, los interlocutores no se rigen por una organización extrema en la toma de turnos y tampoco se basan en reglas tan estructuradas o previamente establecidas para introducir, modificar o concluir un tópico.

Entrevista: La entrevista se puede definir como una conversación dirigida hacia la obtención de información sobre algún tema específico o sobre aspectos seleccionados previamente. Los participantes son el entrevistador y el entrevistado. Este último es, generalmente, una persona informada, cuya función es exponer del tema sobre el cual resulta interrogado. Por su parte, el entrevistador determina el tema de la entrevista. La realización de ella requiere que el entrevistador tenga claro el objetivo de sus preguntas, de modo que estas le permitan cumplir el propósito establecido. Para la elaboración del cuestionario es necesario que se informe acerca del tema del cual va a hablar con el entrevistado. En el caso de la entrevista, la toma de turnos está dirigida, pues el entrevistador determina cuándo toma el turno y cuándo lo cede al entrevistado. Sin embargo, es importante destacar que en algunas ocasiones es el entrevistado el que dirige la toma de turnos; por ejemplo, si interrumpe al entrevistador.


Discusión: Es un discurso que se caracteriza porque en él participan más de dos sujetos. Su finalidad es que se expongan varios puntos de vista sobre un mismo tema, por ello es fundamental la participación de todos los sujetos que integran la discusión. Esta, por lo general, implica la divergencia o controversia en torno a un tema. En el caso de discusiones más estructuradas (como es el caso de una discusión en televisión con panelistas o una discusión en la sala de clases sobre algún asunto específico) las intervenciones son reguladas por uno de los participantes, que actúa como moderador, encargándose de presentar los tópicos que se van a tratar y asegurando que todos los integrantes participen en la discusión y respeten el turno de habla de los demás. Como se trata de una situación en la cual se exponen diversas perspectivas sobre un tema y estas son opuestas entre sí, resulta importante, sobre todo durante la discusión, poner en juego principios de cooperación y de cortesía.

discurso dialogico


El discurso dialógico es aquel que se caracteriza por la interacción directa entre los hablantes, por lo tanto, su elaboración depende de todos los interlocutores que participan en él. Los discursos dialógicos presentan una estructura formal que es la toma de turnos y una organización del contenido que se manifiesta mediante el manejo del tópico (tema). El discurso dialógico depende de todos los interlocutores que participan en él. Por lo tanto, es un discurso eminentemente colaborativo. En estos tipos de discursos se pueden distinguir dos niveles: uno estructural (la toma de turnos) y uno del contenido (el manejo del tópico).